Memoria traidora
Después de mi comentario en este blog sobre los domingos de mi infancia, y guasapeando con mi prima (una de mis primas, sin nombres) sobre las paellas de los domingos, hablamos de que la rutina en su casa también era misa, aperitivo de boquerones en vinagre en el bar del barrio y paella. Misa... La misa del domingo... Cómo se me pudo olvidar la misa del domingo, si yo también la tenía integrada en mi rutina festiva? Y entonces comencé a recordar algunas anécdotas, propias y ajenas, sobre los olvidos interesados. Porque los psicólogos, los médicos -o ninguno de ellos y son otros los especialistas implicados-, ya tienen una teoría sobre qué olvidamos y por qué. Y lo que olvidamos son dos tipos de cosas: Las que no nos aportan, y las que necesitamos olvidar porque no podemos entenderlas, asimilarlas, integrarlas, cada uno que le ponga el verbo que le plazca. Entre las primeras está mi M...