El juego de las sillas
No sé si vosotros habéis jugado al juego de las sillas. Era muy sencillo: El grupo de niñas (cuando yo era niña los colegios estaban segregados, y éste era un juego típico de patio de recreo, al menos para aquellas niños cuyos padres no nos dejaban bajar a la calle a jugar con el resto de niños del barrio) andaba, a veces corría un poco, alrededor de algunas sillas colocadas en corro, siempre una menos que el número de jugadoras, hasta que la "madre" -la directora del juego-, porque nos metían la idea de "madres" hasta en la sopa, daba una palmada y cada niña se sentaba en la silla que tenía más cerca, excepto la más despistada o patosa, que se quedaba sin silla, ergo eliminada, no como en la canción de María Isabel: Aquí, sin silla era muerta 😂 Pues ahora, en mi viaje a Cádiz para desintoxicarme de tanto papeleo y tanto saqueo de la faltriquera (qué bien viven los notarios, a fe mía), he recordado a...