Cuando somos malas, somos malísimas
Tenía pensado desde hace días hacer una entrada sobre el covid y el charco en el que nos vamos a meter en Navidades casi todos, ahora que vemos el final del túnel, pero ahora también que no vale la pena hacer menos cuando llevamos tanto tiempo haciendo más. Mi idea era comentar que en el sprint final de una carrera como ésta no se cambia de táctica y sólo se aprieta, o, como dicen, en tiempos de turbación no hacer mudanza. Pero mientras abría el ordenador, se cargaba, entraba en google, me ha dado tiempo a pensar -porque cada día tarda más- que me importan un rábano el covid y el 2020, y que lo que realmente quiero de este año y estas fiestas es lo que dice el anuncio de la sidra: Que le dén al 2020! Así que, cuando por fin he entrado en google, en lugar de irme al blog he entrado en Spotify, he pinchado mi lista de canciones de amor y he buscado mi solitario favorito para hacer dos cosas a la vez, qu...