¿Quién dijo viejo?
Hace algunas semanas tuve una conversación con un amigo sobre qué es ser viejo. Estábamos tranquilamente en el jardín de casa, debajo de un precioso castaño de indias, y sacó el tema. Me dio la impresión de que llevaba un tiempo dándole vueltas -acababa de jubilarse- y sus neuronas ya estaban un poco hartas de debatir solamente entre ellas, así que lo sacó a pasear y allí quedó, sobre la mesa del jardín, dispuesto a que lo vapuleáramos antes de volver a encerrarse al otro lado de su calva. El caso es que él mantenía que se era viejo a los sesenta y cinco porque era una edad razonable para sentirse "mayor", y yo, como se esperaba de mí, (porque es un amigo con el que no coincido jamás de los jamases en nada excepto honrosas excepciones, que no era el caso), no estuve de acuerdo. Pero entonces me tocó pensar, deprisa y corriendo, qué era ser viejo para mí. ...