Familia no hay más que una y a tí te encontré en la calle
Hace algunos meses mi hija me pidió que le escribiera una historia de la familia porque de vez en cuando sus amigas y ella hablaban de sus respectivos padres y se daba cuenta de que nuestras experiencias vitales y nuestros recuerdos no eran los mismos: Ellos habían estudiado el BUP, nosotros el Bachillerato; ellos habían vivido la transición con calcetines, nosotros en la universidad; ellos siempre habían tenido una tele en su casa, nosotros habíamos crecido con la radio y sólo después había llegado la tele. En resumen, nosotros éramos diferentes de los de sus amigas. Así que me puse a ello, y comencé a preguntar a mis primas -porque de la generación anterior ya quedan muy pocos-, por la familia. Quería comenzar por los abuelos, pero dado que mis padres eran primos hermanos, pensé que merecería la pena dar alguna pincelada sobre los hermanos Castro, seis hijas y un hijo vástagos de una madre muy arremangada...