España diversa
Estoy leyendo un tocho de historia, y no voy camino de terminarlo todavía, porque realmente es un "tocho": Quinientas páginas de historia de la buena, no nombres y fechas, ni siquiera una historia de procesos sociales como se ha venido haciendo los últimos cincuenta años más.menos (muy bien hecha, por cierto), no; es una historia de mentalidades, conflictos y resolución de esos conflictos. Y he dejado los otros libros que estaba leyendo para centrarme en éste: Todos los días cojo mi cervecita o mi té de menta -una por la mañana, otro por la tarde-, me siento en mi sillón de la terraza, (cuando me traje los dos sillones de casa de mi madre me los repartí con mi hija, y cada una ha retapizado el suyo a su gusto), donde exprimo los últimos rayos del sol, y leo.
Porque cuando la realidad no es como te gustaría, te puedes refugiar en la literatura. Pero la literatura es puñetera, porque si el libro es bueno, es creativo, y con la creatividad, ya se sabe, hay que abrir bien los ojos y las orejas para que no se te escape nada; así que, si tu cabeza da vueltas a otras cosas, más vale no coger algo de ficción, que ya sabes que te va a absorber, sino otra cosa. Y, en mi caso, la otra cosa son los libros de historia: Sé la historia suficiente para no tener que fijarme más que en la novedad, el detalle, lo que no sé -que es mucho-, pero descanso relativamente, porque conozco las líneas maestras y sólo me resultan nuevos los rellenos.
Y, como este libro tiene muchos rellenos, de vez en cuando me olvido de esa realidad tan tozuda que ahora mismo no me gusta y me pongo a teorizar: Si en esta historia se cuenta que cuando se expulsó a los moriscos algunos eclesiásticos propusieron que se entregara a sus niños a familias cristianas y se expulsara sólo a los padres mientras que otros se negaron porque creían que los niños habían "mamado" la "mala leche" de sus madres y ya estaban contaminados -es decir, que la creencia religiosa estaba ligada a la herencia genética de alguna manera-, ¿no es lo mismo que cuando López Ibor creó la teoría de la "raza española" y propuso que el comunismo era una enfermedad contagiosa que hacía degenerar la raza y debía entregarse a los hijos de padres comunistas a familias "de orden" para que no les contagiaran la enfermedad? (Por cierto, de ahí viene la expresión de la "mala leche", tal y como se emplea ahora)
Caso parecido: Alemania. En Alemania, según leí hace algún tiempo en una historia de viajeros medievales (Margaret Wade Labarge, Viajeros medievales), los alemanes medievales veían a sus vecinos polacos como "animales", o al menos seres inferiores, porque los alemanes habían sido romanizados y cristianizados y sus vecinos, no (fueron cristianizados en el año 1.000 aprox). Pero un montón de siglos después los nazis llevaron a aquellos "bárbaros" polacos, entre otros, a los crematorios por ser razas tan inferiores como los judíos o los gitanos. Supongo que en el imaginario colectivo quedaba esa vaga idea de que "no estaban a nivel", o bien alguien la desenterró y divulgó para justificar el genocidio, tanto da. El caso es que me encanta montarme estas teorías que no tienen más base que mi imaginación y algún viso de verosimilitud. Antoñita la Fantástica de nuevo 💪
Y así paso el rato: Leo un ratito, me paro, pienso alguna loca teoría a poco que me dé pie lo que estoy leyendo, y ya ha llegado la hora de preparar la comida, o de la cita del médico, o del paseo del perro que, para recordármelo, se me planta delante y se pone a dar vueltas como una peonza. La vida interrumpiendo los sueños.
Por cierto, como ya habréis adivinado por el título, el tocho se llama España diversa.
Que maravilla saber de historia. Para mi es una asignatura pendiente, y que probablemente lo siga siendo porque aunque lo intente me parece una literatura áspera a más no poder....
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