Oda a un balneario
Revolcarse, ahogarse, darse vuelta. Soplar, llorar, manotear inerme en un agua salada que no entiende que yo sólo quería hacer de muerta. Y llorar otra vez, y como loca mirar a un lado y otro, y darme cuenta que entre vez y vez, y vuelta y vuelta, mi pie no llega al suelo, ¡ni lo toca! Esta, señores, ha sido mi experiencia en cierto balneario reputado ejemplo de abolengo, lustre y ciencia, glamour, elegancia y leal cuidado, hitos para un lugar de referencia. Mas conmigo, vive Dios que se han pillado. Por lo demás, el balneario, bien.😂