Oda a un balneario
Revolcarse, ahogarse, darse vuelta.
Soplar, llorar, manotear inerme
en un agua salada que no entiende
que yo sólo quería hacer de muerta.
Y llorar otra vez, y como loca
mirar a un lado y otro, y darme cuenta
que entre vez y vez, y vuelta y vuelta,
mi pie no llega al suelo, ¡ni lo toca!
Esta, señores, ha sido mi experiencia
en cierto balneario reputado
ejemplo de abolengo, lustre y ciencia,
glamour, elegancia y leal cuidado,
hitos para un lugar de referencia.
Mas conmigo, vive Dios que se han pillado.
Por lo demás, el balneario, bien.😂
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