¡Vete al médico!
Hace algunos años leí que los psicólogos habían puesto nombre al problema de esos niños que, como consiguen todo lo que quieren con sólo pedirlo, se aburren de todo. Lo llamaron "el síndrome de Midas" por aquel rey que convertía en oro todo lo que tocaba, con el funesto resultado de que murió de hambre, porque la comida también se transformaba en oro. Frustración pura. Cuando iba al teatro con mi amiga Amparo (creo que en otra vida), vimos una obra muy crítica, muy ácida, muy cómica ( y muy simple): El número uno . Si no se llamaba así -porque no lo recuerdo- , era el título que se merecía. Porque toda la obra estaba centrada en tres únicos personajes y una raya en el suelo. La raya sólo servía para ponerse detrás y ser "el primero de la fila". Y a la raya la cambiaban de sitio los tres personajes, según iban discutiendo entre ellos, para ser "el primero de la fila", por el simple pr...