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Mostrando entradas de febrero, 2024

Héroes y villanos

          Después de una porrada de años, he vuelto a hacerlo: Tenía casi terminada esta entrada del blog, y, en lugar de guardarla,  cerré sin grabar. No es que me pueda quejar, porque me casé con Salva por culpa de algo parecido: Había conseguido cargarme el sistema operativo de mi Amstrad, le conocí en una cena de amigos y, cuando me enteré de que era informático, le invité rápidamente a comer para que me arreglara el desaguisado. Creo que tuvo algo que ver el escote que llevaba aquel día, pero él siempre lo negó.            El caso es que casi tenía terminado el tema y lo tengo que reconstruir. No sé cómo saldrá. Sí que tenía clara la estructura en dos partes, siguiendo el título. Sólo me faltaba poner palabras a la conclusión, porque en mi cabeza también estaba clara: El deporte, todavía (¿pero por cuánto tiempo?) es el paradigma de todo lo limpio y lleno de valores, y Rafa Nadal era -y digo era-  el paradi...

Lo que me hace feliz

           Tengo una enfermedad crónica, y no es buena. Empiezo fuerte, lo sé. Nunca me ha asustado la realidad, así que después de tres revisiones en el hospital, me he rendido a la evidencia de que puedo vivir unos años, parece que muchos, pero mal. Y me he lanzado a pensar qué quiero hacer con mi vida en esta tesitura, y la respuesta estaba clara, tal y como soy: Quiero vivir feliz y rodeada de belleza. Cursi, sí, pero no sé cómo decirlo de una manera más taxativa. Quiero estar rodeada de belleza. La belleza moral, con mi familia y amigos, está fuera: La belleza material es la que me ocupa ahora. Y, consecuentemente, me he puesto a rehacer, tirar, pasar por la criba mi hábitat; es decir, mi casa y mi jardín. Mi jardín tiene fácil remedio, porque sólo necesita un jardinero con instrucciones. Pero la casa es otra cosa.          Porque, como pasa siempre, una cosa lleva a la otra: En mi afán de tirar todo lo off y sustituirlo, he co...

Impaciencia

          Tengo un problema. Este mes está lleno de eventos, pero no está lleno de eventos, es posible incluso que no haya ningún evento, Y eso me pone muy nerviosa. Porque, recapitulo:           He llamado a un jardinero que me recomendó una amiga, ha venido a ver el jardín, me ha prometido hacerme un presupuesto, y de esto hace una semana. No sé si hacer algo en el jardín, dejarlo como esté, o dejar que el jardinero se quede en su casa, donde parece que está muy a gusto.            Tenemos un amigo en el pueblo, contratista a veces, autónomo cuando la cosa va mal, que nos prometió el año pasado hacernos algunos arreglos -imprescindibles, la casa tiene 25 años- "en febrero", que es cuando los propietarios de fin de semana no le hacen encargos. Febrero, dijo. Estoy esperando (ya sé que hoy es día uno, pero llevo esperando desde el otoño pasado)           Mi prima ...