Volver a empezar
Hay una preciosa novela de Andrés Trapiello, Al morir Don Quijote , que cuenta cómo fue la vida de Sancho, el cura, la sobrina, el bachiller Sansón Carrasco, Aldonza y otra serie de personajes de la novela del ingenioso hidalgo sin desmerecer en absoluto del original. Y, sin saber por qué, un día me vino a la memoria esta novela, que leí hace algunos años, y se me comparó, como quien no quiere la cosa, con mi vida antes y después de Salva: como si mi vida con Salva hubiera sido el Quijote y mi vida sin él hubiera sido esa continuación de qué ocurre con los personajes secundarios cuando el prota desaparece. Porque el prota era él. Sí, ya sé que para prota, la menda, no me engaño. Y también sé que, mientras estuvimos casados, conservé mi independencia ferozmente, así que, ¿qué es eso de que soy un personaje secundario? Pues sí que lo soy, pero no por mi situación en el cuento, sino por elección, y me explico:...