Caos

Cuando inicié este blog, lo único que me interesaba era hablar; o escribir, es lo mismo. Pero no tenía muy claro de qué, aunque sí tenía la vaga sospecha de que cansarme, lo que se dice cansarme, no iba a ser un problema; es decir, iba a tener blog para rato.

Pero me costó. No estaba yo para muchas florituras, así que arranqué poco a poco, y sólo me ponía delante del ordenador cuando un tema me atropellaba. Pero el vicio es el vicio, y el de hablar es uno de los peores: Al principio sólo hablas, pero en seguida pretendes que te escuchen, y los oyentes -reales o imaginarios- retroalimentan la necesidad de hablar, porque ya no lo necesitas tú, sino que lo "necesitan" tus oyentes, que están esperando tu opinión sobre los temas más peregrinos.

Así que he ido acelerando y, cuando me he dado cuenta, estaba pergeñando nuevos temas para desarrollar en nuevas entradas del blog, siguiendo el consejo que me dio mi prima C..., hace muchos años, un día que hablábamos del colegio y los deberes, cuando ella estudiaba mucho y yo no estudiaba nada: Yo estudio tres o cuatro cosas a la vez y voy pasando de una cosa a otra según me canso, y así cada vez que cambio es una novedad y puedo seguir como si acabara de empezar".

Y ahora tengo -por lo menos- cuatro o cinco proyectos de entradas para este blog,  amén de la cómoda de mi madre a medio restaurar, el jardín alfombrado por las últimas hojas del otoño -que ya no recogí-, el teléfono aparcado con una laaaaarga lista de llamadas por hacer, la nevera llena de ricas verduras y otros elementos  esperando -cómodamente- que deje de "tirar" de filete y cocine de una p... vez... Las novelas sin leer -o sin terminar- que compré el mes pasado, la ropa del armario que tengo que expurgar porque ya nunca más ¡¡Nunca más!! volveré a pesar 50 kilos...

Y mi yo, entretanto, ideando otros temas de qué escribir -que almaceno y que algún día acabaré de perfilar- en el caos de mi cerebro, que no es un caos, porque estoy convencida de que no es un caos, pero eso no es mucho decir porque soy optimista antropológica, y creo que todo el mundo es bueno y que el género humano no camina en círculos, sino que avanza, como dice nuestra religión católica, en línea recta hacia la eternidad, o -sin religión católica, gracias al progreso-, hacia no se sabe dónde, pero  a tumba abierta (como parece ocurrir en realidad). 

Y este "a tumba abierta" de la obsolescencia programada, el cambio climático, la interminable basura, me está dando nuevas ideas, así que mejor cierro el chiringuito y proceso las novedades. Que me gusta el caos.







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