Carmen no sé si Mola
Me he leído casi de una tacada, como quizá haya contado anteriormente, tres de las cuatro primeras novelas de Carmen Mola, esa tríada societaria que está escribiendo novelas se puede decir que interesantes, al menos desde el punto de vista de las ventas. Y sin ser demasiado estricta, interesantes sí que son, sobre todo cuando puedes formarte un criterio rápido porque te las has "tragado" seguidas. Pero vayamos por partes, porque hay tela que cortar: la primera, La novia gitana, mantiene la intriga, y es una intriga verosímil (aunque, dada la proliferación de novela negra que hay en el mercado, rarita la susodicha intriga sí que es; no podía ser de otro modo). Está bien construida, y, lo que es más importante para seguir leyendo, está bien escrita -y con esto quiero decir que se lee bien sin que te chirríen las meninges, pero tampoco se acerca a lo que es literatura, sea esto lo que sea-.
De la segunda, La red púrpura, mejor no hablar, porque la trama está muy manida, el "toque" sentimental es inverosímil o algo peor, y no deja ganas de continuar con la saga.
Las madres -la cuarta, me salté el orden por error- es mucho mejor que las dos anteriores, a falta de haber leído la tercera. Esta cuarta si da una esperanza de mejores novelas en el futuro: Tiene una trama trepidante pero también verosímil, con toques de denuncia -feminismo, inmigración- pero sin soflamas, y lo único que le falla es el final: En su afán de enganchar al lector para próximas entregas se pierden un final perfecto que tenían "a huevo" (un final de derrota, pero era el que tocaba), y fabrican un final tonto, tontísimo, sólo para que funcione un "Continuará".
Pero, aunque la novela negra sea uno de mis referentes desde jovencita, lo que de verdad ahora, a mi edad, me flipa de la novela negra, es apostar conmigo misma a ver si, cuando tengan suficiente oficio, los autores de este género -con un puesto legítimo en la historia de la literatura que creo que ya han conseguido y que nadie les cuestiona, pero sigo- evolucionan hacia otra novela. Porque, después de leer a Vázquez Montalbán y Juan Madrid, que comenzaron con las aventuras y desventuras de Pepe Carvalho y Toni Romano, terminaron con obras maestras como Galíndez o Los mares del sur y Días contados, novelas que, para mí, son definitivas en los temas que tratan cada una.
Y no me parece que sea una casualidad que se empiece trabajando -muy brillantemente, por cierto- un género más "organizado", que tiene unas reglas y, por tanto, tiene una guía, y, cuando uno se siente más seguro, se lance a "empresas" más ambiciosas.
Es como Clint Eastwood, y que nadie se ofenda con la referencia, porque no quiero comparar a los "titulares", sino a su trayectoria: Este chico, Clint, después de tanto spaguetti western se vio con la sabiduría suficiente para dirigir sus propias películas, y nos ha dado títulos inolvidables como Million dolars baby, Los puentes de Madison, Gran Torino, Medianoche en el jardín del bien y del mal, Cazador blanco, corazón negro, Invictus... es que me gustan todas. Y de los spaguetti western, no olvidemos La leyenda de la Ciudad sin Nombre, con la famosa frase que nos dio que pensar a muchas: Y si un hombre puede tener dos esposas, por qué una mujer no puede tener dos maridos?
Así que espero con expectación las próximas novelas de Carmen Mola: ¿Darán el salto?
De acuerdo con el principio de la crítica de Carmen Mola. Yo, con la mitad de la trilogía tuve bastante. Me tendrás que convencer con la siguiente y el salto para volver a leerla😘😘
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