Una cosa es con guitarra y otra cosa es con cajón

         Hace poco he terminado una de las novelitas menores de Bryce Echenique, El huerto de mi amada, y casi en su última página he encontrado la frase perfecta que define mi vida: Una cosa en con guitarra y otra cosa es con cajón.

        Porque hasta hace un año -más o menos- yo tocaba con guitarra, y hasta cantaba: Tenía a Salva.  Pero llegó el cambio de ciclo, y llegó pisando fuerte, con todas las malas suertes y los accidentes/ problemas/ yuyus que antes me acompañaban. Y empecé a tocar con cajón, porque todavía no había perdido el sentido del oído ni del ritmo, pero sí la finura y el ángel que hay que tener para la guitarra.  Así que voy a contar todo lo que se me ha roto -o similar- en lo que es una vueltecita alrededor del sol, que no es ná. Pero también, y afortunadamente, voy a contar que lo resolví, o superé, o ya se pasó, porque estoy decidida a volver a ser fuerte: Estoy decidida a volver a tocar con guitarra.

Véase el resumen de todo lo roto: 
- el telefonillo (dos veces). Resuelto 👌
- la depuradora de la piscina. Nueva 👌
- el riego automático. Resuelto 👌
- el programador del riego automático. Nuevo 👌
- el cuadro eléctrico de los paneles solares. Arreglado 👌 
- el dolor de lumbares cuando daba un paseo algo más largo con mi perro. Superado 👍
- la tendinitis de mi mano izquierda. Superada 👍
- la leche en la rodilla cuando se me cayó encima la hamaca que había colocado en el borde de la piscina para que me sirviera de barandilla. Superada 👍
- la h...tia en el meñique del pie cuando se me cayó el móvil de canto y lo encontró en su camino. Superada 👍
- el covid. Superado 👍

        Y lo que ya he dejado atrás: Subo la escalera sin apoyarme en la barandilla; es más, subo la escalera con la bolsa de la compra sin apoyarme en la barandilla! (tampoco llena hasta arriba, no hay que exagerar). Pero no me digáis que no es un triunfo. Y lo mismo en la piscina: Salgo sin ayuda, defenestrada y todo, y me levanto sin ayuda cuando me arrodillo en el jardín para arrancar malas hierbas. Eso sí, todavía no soy capaz de subirme a una silla o echar una carrerita para coger el bus: Mis piernas están en el camino, pero todavía no son top 10 en fuerza (creo que van por el 3 o similar)

        Y de lo que estoy muy orgullosa: Cuando me quedé en la mano con el cambio de marchas del coche, pensé en mi padre desatornillando un ídem con el canto de una navaja porque en casa entonces no había nada más apropiado para tal menester, y decidí aplicar yo también el principio "una herramienta, múltiples usos": Cogí un martillo, le di dos martillazos a lo que sostenía en mi mano, y va de fábula.

      Así que estoy recuperando fuerza, me estoy reencontrando con mi proverbial resistencia al gafe  y mi creatividad está por las nubes (o eso espero, porque falta me hace). Pero a lo que iba: O me he vuelto loca, o la guitarra está a la vuelta de la esquina. Sólo hay que esperar

        P..D. Por cierto, también canto: Me he metido en un coro de góspel 😂




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